
"Al bajarnos del taxi vimos a un hombre que llevaba a un chow-chow de la correa, un posible pasajero en dirección al transbordador y, cuando nos cruzamos con ellos, mi acompañante se agachó para acariciar la cabeza del perro.
EL HOMBRE: (con tono firme, pero no hostil): No debería tocar a perros que no conozca. Especialmente a los chow. Podrían morderla.
M.M.: Los perros no me muerden. Sólo los seres humanos. ¿Cómo se llama?
EL HOMBRE: Fu Manchú.
M.M. (riendo): ¡Oh! Como en la película. Tiene gracia.
EL HOMBRE: ¿Cuál es el suyo?
M.M.: ¿Mi nombre? Marilyn.
EL HOMBRE: Lo que me figuraba. Mi mujer nunca me creerá. ¿Podría darme un autógrafo?
(Sacó una tarjeta y una pluma; utilizando el bolso como apoyo, escribió: «Dios le bendiga, Marilyn Monroe»)
M.M.: Gracias.
EL HOMBRE: Gracias a usted. Ya verá cuando lo enseñe en la oficina.
(Llegamos a la orilla del muelle y escuchamos el chapoteo del agua)
M.M.: Yo solía pedir autógrafos. A veces lo hago todavía.El año pasado, Glark Gable estaba sentado junto a mí en Chasen's y le pedí que me firmara la servilleta.
(Apoyada en un poste de amarre, me daba el perfil: Galatea contemplando lejanías inexploradas. La brisa le acariciaba el pelo, y su cabeza se volvió hacia mí con etérea a suavidad, como movida por el aire)
T.C.: Pero ¿cuándo damos de comer a los pájaros? Yo también tengo hambre. Es tarde y no hemos almorzado.
M.M.: Recuerdas que te dije que si alguien te preguntaba cómo era verdaderamente Marilyn Monroe..., bueno, ¿qué le contestarías? (Su tono era inoportuno, burlón, pero también grave: quería una respuesta sincera) Apuesto a que dirías que soy una estúpida. Una sentimental.
(La luz se iba. Marilyn parecía esfumarse con ella, mezclarse con el cielo y las nubes, disolverse a lo lejos. Quería elevar mi voz sobre los chillidos de las gaviotas y llamarla para que volviese: ¡Marilyn! ¿Por qué todo tuvo que acabar así, Marilyn? ¿Por qué todo tuvo que acabar así Marilyn? ¿Por qué la vida tiene que ser tan terrible?)
TC: Diría...
MARILYN: No te oigo.
TC: Diría que eres una adorable criatura."
TRUMAN CAPOTE "Música para camaleones"
EL HOMBRE: (con tono firme, pero no hostil): No debería tocar a perros que no conozca. Especialmente a los chow. Podrían morderla.
M.M.: Los perros no me muerden. Sólo los seres humanos. ¿Cómo se llama?
EL HOMBRE: Fu Manchú.
M.M. (riendo): ¡Oh! Como en la película. Tiene gracia.
EL HOMBRE: ¿Cuál es el suyo?
M.M.: ¿Mi nombre? Marilyn.
EL HOMBRE: Lo que me figuraba. Mi mujer nunca me creerá. ¿Podría darme un autógrafo?
(Sacó una tarjeta y una pluma; utilizando el bolso como apoyo, escribió: «Dios le bendiga, Marilyn Monroe»)
M.M.: Gracias.
EL HOMBRE: Gracias a usted. Ya verá cuando lo enseñe en la oficina.
(Llegamos a la orilla del muelle y escuchamos el chapoteo del agua)
M.M.: Yo solía pedir autógrafos. A veces lo hago todavía.El año pasado, Glark Gable estaba sentado junto a mí en Chasen's y le pedí que me firmara la servilleta.
(Apoyada en un poste de amarre, me daba el perfil: Galatea contemplando lejanías inexploradas. La brisa le acariciaba el pelo, y su cabeza se volvió hacia mí con etérea a suavidad, como movida por el aire)
T.C.: Pero ¿cuándo damos de comer a los pájaros? Yo también tengo hambre. Es tarde y no hemos almorzado.
M.M.: Recuerdas que te dije que si alguien te preguntaba cómo era verdaderamente Marilyn Monroe..., bueno, ¿qué le contestarías? (Su tono era inoportuno, burlón, pero también grave: quería una respuesta sincera) Apuesto a que dirías que soy una estúpida. Una sentimental.
(La luz se iba. Marilyn parecía esfumarse con ella, mezclarse con el cielo y las nubes, disolverse a lo lejos. Quería elevar mi voz sobre los chillidos de las gaviotas y llamarla para que volviese: ¡Marilyn! ¿Por qué todo tuvo que acabar así, Marilyn? ¿Por qué todo tuvo que acabar así Marilyn? ¿Por qué la vida tiene que ser tan terrible?)
TC: Diría...
MARILYN: No te oigo.
TC: Diría que eres una adorable criatura."
TRUMAN CAPOTE "Música para camaleones"
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